Voy con una reflexión basada en experiencia personal y en lindas conversaciones con personas de distintos rubros. Espero, sinceramente, que se entienda lo que tipearé y que no se lea como una queja gratuita.
Hablemos del empoderamiento, pero no del personal, ese que te motiva y lleva a desarrollar una actitud que será fundamental en tu construcción personal. Hablemos del empoderamiento que otra persona te asigna de la nada. ¿No te ha pasado que en la empresa de turno sólo quieres hacer tu labor contractual, tu especialidad y a veces, como acto de buena fe, llega el líder del equipo, y dada tus habilidades, comienza a "empoderarte", pero al final eso recae en más obligaciones, exigencias y termina convirtiéndose en un verdadero cacho?
Como mencioné en mi columna anterior, en plataformas como Linkedin encontrarán cientos de descargables, masterclass, videos y contenidos relacionados a la importancia del liderazgo en la empresa. Cientos de documentos donde sepultan el concepto del jefe ochentero. Y en serio, no puedo estar más de acuerdo con eso. Y es que el líder, es una persona que debe ser parte del crecimiento profesional, personal e incluso emocional de las personas. He tenido la fortuna de compartir con muchos líderes; regalándome conocimiento, experiencias y su valioso tiempo para aconsejarme algo, por muy íntimo que sea. Pero también me he topado con esos líderes que van a 700 km/h, en curva y que, obsesionados con el último PDF que descargaron, van "empoderando" a las personas y sin darse cuenta, agobiando más que aportando al crecimiento de su colaborador/a.
Ser líder es tremendamente complejo y, claramente, ya no se trata de ser la persona más comprensiva del universo y la que aplica técnicas como la escucha activa en cada jornada.
Sinceramente no me considero líder, por eso tampoco hablaré de lo que sí es serlo. Pero si hay algo de lo que puedo hablar, porque he sido testigo, es que para liderar y llevar a cabo el ejercicio del empoderamiento a una persona, primero que todo, esto debe ser consultado con ella. Y es que quizás, ese ejecutivo, está en una zona de confort perfecta, soñada y acorde a sus necesidades. Trabaja las horas que le corresponde, lo hace bien, gana las lucas que quiere/necesita y no está estresada. Imagínate estar así, y que de la nada, alguien quiere "empoderarte", convertirte en su mano derecha y en su colaborador estrella de nuevas ideas y negocios. Yo creo que se agradece, ¿pero por qué y para qué entorpecer su impagable comodidad?
Hablemos del empoderamiento, pero no del personal, ese que te motiva y lleva a desarrollar una actitud que será fundamental en tu construcción personal. Hablemos del empoderamiento que otra persona te asigna de la nada. ¿No te ha pasado que en la empresa de turno sólo quieres hacer tu labor contractual, tu especialidad y a veces, como acto de buena fe, llega el líder del equipo, y dada tus habilidades, comienza a "empoderarte", pero al final eso recae en más obligaciones, exigencias y termina convirtiéndose en un verdadero cacho?
Como mencioné en mi columna anterior, en plataformas como Linkedin encontrarán cientos de descargables, masterclass, videos y contenidos relacionados a la importancia del liderazgo en la empresa. Cientos de documentos donde sepultan el concepto del jefe ochentero. Y en serio, no puedo estar más de acuerdo con eso. Y es que el líder, es una persona que debe ser parte del crecimiento profesional, personal e incluso emocional de las personas. He tenido la fortuna de compartir con muchos líderes; regalándome conocimiento, experiencias y su valioso tiempo para aconsejarme algo, por muy íntimo que sea. Pero también me he topado con esos líderes que van a 700 km/h, en curva y que, obsesionados con el último PDF que descargaron, van "empoderando" a las personas y sin darse cuenta, agobiando más que aportando al crecimiento de su colaborador/a.
Ser líder es tremendamente complejo y, claramente, ya no se trata de ser la persona más comprensiva del universo y la que aplica técnicas como la escucha activa en cada jornada.
Sinceramente no me considero líder, por eso tampoco hablaré de lo que sí es serlo. Pero si hay algo de lo que puedo hablar, porque he sido testigo, es que para liderar y llevar a cabo el ejercicio del empoderamiento a una persona, primero que todo, esto debe ser consultado con ella. Y es que quizás, ese ejecutivo, está en una zona de confort perfecta, soñada y acorde a sus necesidades. Trabaja las horas que le corresponde, lo hace bien, gana las lucas que quiere/necesita y no está estresada. Imagínate estar así, y que de la nada, alguien quiere "empoderarte", convertirte en su mano derecha y en su colaborador estrella de nuevas ideas y negocios. Yo creo que se agradece, ¿pero por qué y para qué entorpecer su impagable comodidad?
Hay perfiles profesionales y/o técnicos que están viviendo una comodidad impagable y quizás, con eso basta y sobra para llevar el pancito a la casa y seguir compartiendo, sin preocupación extra con su hija/o, su pareja, su mascota o sencillamente consigo misma.
Hay personas que no quieren liderar, fortalecer sus capacidades y confianza porque otro quiere que lo haga. Y ojo, no tengo dudas de que esas personas también tienen ambiciones de crecer en todo aspecto, pero a su ritmo y en sus tiempos.
Si usted es líder de equipo y está leyendo esto, primero que todo gracias por hacerlo, y en segundo lugar; quizás lo único que humildemente le puedo recomendar, es que si usted quiere empoderar, lo haga con el o la que quiere ser empoderada. Eso, implica una sana conversación, con un cafecito de por medio y en un ambiente donde la persona no se vea presionada a responder "sí", a su pregunta "¿Quieres que te empodere para tener un rol más protagónico?"
Saludos.
Hay personas que no quieren liderar, fortalecer sus capacidades y confianza porque otro quiere que lo haga. Y ojo, no tengo dudas de que esas personas también tienen ambiciones de crecer en todo aspecto, pero a su ritmo y en sus tiempos.
Si usted es líder de equipo y está leyendo esto, primero que todo gracias por hacerlo, y en segundo lugar; quizás lo único que humildemente le puedo recomendar, es que si usted quiere empoderar, lo haga con el o la que quiere ser empoderada. Eso, implica una sana conversación, con un cafecito de por medio y en un ambiente donde la persona no se vea presionada a responder "sí", a su pregunta "¿Quieres que te empodere para tener un rol más protagónico?"
Saludos.