Ser creativo, no significa ser buen trabajador

En mi actual escenario de freelance, me tocó volver a una agencia que siempre he considerado mi "alma mater". Un lugar donde, si bien los desafíos creativos no son esos bombazos nucleares que muchas veces necesitamos para seguir dándole libertad a la inteligencia, es, sin duda, el lugar donde desarrollé una habilidad que, a la larga, permitió que me desenvuelva sin problemas en las agencias donde estuve posteriormente, la habilidad de trabajar bien.

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Aclaremos que trabajar bien, no es estar al día con las labores contractuales asignadas, como por ejemplo, armar una PPT con el concepto creativo de turno. Trabajar bien es armarla con tiempo, revisarla, validarla, verificar datos, ser detallista, ser cauto de guardarla en todos los formatos de lecturas posibles y por sobre todo, enviarla con un tiempo prudente al cliente.

Mientras esperábamos que el resto del equipo se sumara a una reu, en una conversación que tuve con Josefa, la directora creativa de esta agencia, quise poner sobre la mesa este tema y dejar en evidencia la relevancia que tiene en la industria el trabajar bien y que me alegra que esta costumbre, siete años después de mi salida, siga siendo un diferenciador.

Ser creativo es tremendamente complejo, no hay dudas de eso. Sin embargo, la cantidad de herramientas disponibles que hay dando vueltas, se convierten un rico tanque de oxígeno para esos momentos de caos, apuros y bloqueos mentales. La IA, nos está ayudando mucho, está soplando a favor de nosotros y claramente, hay que sacarle el máximo provecho posible. El temas en cuestión es ¿qué sacamos con tener tres o cuatro aplicaciones de IA disponibles en nuestros computadores, si somos incapaces de entregar un proyecto a tiempo? De nada sirve el dominio total de la última actualización de la IA de moda, si no somos meticulosos con los ajustes entregados por el/la cliente. Si no somos capaces de actualizar la plataforma de seguimiento de proyectos. O peor aún, si aún creemos que la creatividad (al menos la publicitaria), conversa más con el universo de las artes que con el de los negocios.

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Los perfiles que buscan las agencias ha cambiado, quizás no en la forma; "Buscamos creativos que busquen ponerse la 10 con marcas grandes y choras..." Pero si en el fondo; "Necesitamos creativos que, además de ser buenos con la generación de ideas, sean responsables con los procesos de cada proyecto..." Y es que hoy, hay una importante y preocupante carencia de "buenos trabajadores" y las agencias ya se están dando cuenta, (ojalá el presupuesto asignado a ese perfil, también esté prontamente acorde). 

¿Todos entendemos que el conjunto de palabras "Agencia de Publicidad", es sólo un maquillaje de "Empresa del sector de las comunicaciones"?

¿Todos tenemos claridad de que; antes de ser un lugar "loquillo", que cuenta con cierta libertad (mal entendida) en el horario de llegada y que no brilla por exigir un código de vestimenta, es en realidad una empresa que está entregando un servicio, que debe respetar los tiempos de sus clientes, cubrir sus necesidades comerciales y mucho más?

Si bien, empresa y agencia, en terminología son dos cosas distintas, para efectos de la administración y gestión de RRHH son lo mismo, por eso; si las agencias "son cada vez más empresas", los creativos, también deben ser cada vez mejores trabajadores.

La Publicidad debe dejar de ser un lugar donde las ideas fluyen. Debe ser un lugar donde las ideas que fluyan, se conviertan en oportunidades de negocio tanto para la "agencia" como para los clientes.

Saludos.

Nicolás Landauro Constanzo.