En diversos post, documentos, videos y podcast, me he encontrado con el deseo constante de que los equipos creativos recuperen una cuota importante de la “vieja escuela”.
Hoy es una linda oportunidad para salirnos de la matrix, los comandos y códigos y sacarle rendimiento a todos los soportes que nos permitan jugar, divertirnos, borrar, ver cosas que no veíamos a simple viste.
Flechas para acá, flechas para allá, conectar ideas entre el Director de arte y el Social Media. Lado racional aquí, lado irracional por acá. ¡Todos deberían opinar! Nadie callar. Liberemos de una vez por todas la voz que vive escondida y con temor a ser escuchada.
No se imaginan lo importante que es que todos estén presentes en un proceso creativo. Necesitamos referencias, conocimientos, historias, anécdotas, compartirnos distintos puntos de vista y lo más importante, experiencias, sean positivas y/o negativas.
Comparto la necesidad de liberar ideas desde distintos ángulos y de asignarle un tiempo relevante a la escucha activa. Por lo mismo aquí, en esta, quizás utópica mesa redonda, nadie debería ser dueño de la verdad absoluta.
Es absurdamente valioso el contenido entregado por otros perfiles, otras personas, independiente de cuántos premios tengan en su vitrina, todos importan.
Aporta mucho la opinión del o la colega que no tiene ningún tipo de vinculación con el proyecto que se está trabajando. El "¿Qué opinas?", debe ser parte del decálogo sagrado del cualquier proceso creativo. Queremos y necesitamos opiniones, ¡muchas!, buenas y/o malas. Sólo eso nos ayudará a encontrar ese detalle fino que hará que la idea que andamos buscando, brille como oro puro.
En mi caso, como redactor, tengo la obligación de saber pausar la vida; sentarme frente al mar, escuchar, aprender, imaginar, recopilar la información, imágenes, observar, canalizar lo que veo/escucho y aterrizar la información para llegar a un concepto que funcione en términos comunicacionales, pero también en términos comerciales.
Parece obvio y reiterativo, pero la creatividad, el arte y los medios deben conversar y definir rutas de navegación con una buena copa de vino.
Me gusta la independencia y el empoderamiento de las áreas, (el teletrabajo aportó mucho a que cada uno aprenda administrar sus tiempos y proyectos), pero también me gusta el diálogo, el matecito compartirdo y el "Cacha esta campaña que hicieron en Uganda".
Definitivamente me sumo a esos espadachines de los podcast y videos en YouTube que añoran una "nueva" creatividad, pero más "rústica", más hecha a mano, que camine al filo del atrevimiento, del error y del nuevo aprendizaje, y no esa que es tan dependiente de las plataformas supuestamente más inteligentes que la raza humana.
Saludos.
Nicolás Landauro Constanzo.