Todas las mañanas mientras me tomo el cafecito y me llaman de Movistar, Claro y VTR para ofrecerme sus servicios, me pongo al día leyendo columnas, opiniones y otros contenidos más a través de Linkedin o Medium. Me gusta cuando las personas exponen su visión de la industria, del negocio, de la estrategia y la creatividad.
Me imagino que, por el tipo de contenido que consumo, la plataforma a través de su algoritmo, me expone, presenta y muestra constantemente perfiles de personas (incluso algunos que no sigo) que escriben y/o diseñan materiales de alto interés. Nada de esto me perturba porque si es un contenido que suma al aprendizaje, se agradece.
Ahora, ¿por que estoy escribiendo sobre esto? Porque en la medida que avanza el tiempo me he dado cuenta de lo irrelevante que soy para la plataforma, dado, quizás, a que tampoco he tenido el talento de estar en un ranking top de creativos nacionales, de tener una carrera llena de galardones tipo MKTG Best o porque simplemente no he hecho el trabajo correcto y necesario para posicionarme como alguien influyente. Me autodiagnostico como un irrelevante de la industria porque como les comentaba, en esas lecturas mañaneras, me he pillado con una importante batería de contenidos y materiales, en su amplia gama de formatos, muy similares a los que, en algún momento de la vida, ya había puesto sobre la mesa para debatir y/o conversar. No tengo dudas de que esta posición es el motivo por el cual el "ruido" que genero con mi material, es mínimo a diferencia de lo que un medio o una persona relevante del mercado provocan.
Sin embargo y a pesar de que esto me podría desmotivar en la "carrera" de publicar, deduzco entonces que, si bien soy irrelevante (perdón, olvidé mencionar que no tengo problema en serlo), estoy alineado con el pensamiento y reflexión de los que sí lo son y aportan al avanzar diario de nuestra industria. Tan perdido no estoy, porque en el fondo, estamos haciendo las mismas lecturas e interpretaciones.
No puedo negar que me dan ganas de haber obtenido mayores y mejores resultados con alguna columna u opinión puntual. Pero también me llena de satisfacción leer a medios o personas muy posicionados dentro de los grandes tomadores decisiones, cuando hacen contenidos que coinciden con temas y visiones que también hice un tiempo atrás o que tengo en un borrador, como por ejemplo; la importancia que tiene para un proceso creativo, que los implicados "estén en la calle" y no en la oficina mirando Behance, Pinterest, el recopilatorio de Cannes 2025 y otros.
¿Mi baja luminosidad en la industria es una espinita clavada para ser más relevante en la lectura de alguien? Claro que sí. Quisiera que todo el mundo pudiera leer mi trabajo, que opine, lo conozca, lo critique, que le guste (o no) y que me enseñe a cómo mejorar día a día a través de su valiosa retroalimentación. Pero tampoco puedo negar que igual me sale una sonrisa cuando hay "topes de contenidos" y me tengo que privar de publicar algo porque alguien lo dijo primero (así es buena parte de la publicidad; el primero que lo dice ¡gana!). Siento que, a pesar de ser un tenue, es un alivio estar alineado con grandes referentes respecto a las variables que se dan en la industria y que hoy estoy lejos de vivir en una burbuja.
Me imagino que, por el tipo de contenido que consumo, la plataforma a través de su algoritmo, me expone, presenta y muestra constantemente perfiles de personas (incluso algunos que no sigo) que escriben y/o diseñan materiales de alto interés. Nada de esto me perturba porque si es un contenido que suma al aprendizaje, se agradece.
Ahora, ¿por que estoy escribiendo sobre esto? Porque en la medida que avanza el tiempo me he dado cuenta de lo irrelevante que soy para la plataforma, dado, quizás, a que tampoco he tenido el talento de estar en un ranking top de creativos nacionales, de tener una carrera llena de galardones tipo MKTG Best o porque simplemente no he hecho el trabajo correcto y necesario para posicionarme como alguien influyente. Me autodiagnostico como un irrelevante de la industria porque como les comentaba, en esas lecturas mañaneras, me he pillado con una importante batería de contenidos y materiales, en su amplia gama de formatos, muy similares a los que, en algún momento de la vida, ya había puesto sobre la mesa para debatir y/o conversar. No tengo dudas de que esta posición es el motivo por el cual el "ruido" que genero con mi material, es mínimo a diferencia de lo que un medio o una persona relevante del mercado provocan.
Sin embargo y a pesar de que esto me podría desmotivar en la "carrera" de publicar, deduzco entonces que, si bien soy irrelevante (perdón, olvidé mencionar que no tengo problema en serlo), estoy alineado con el pensamiento y reflexión de los que sí lo son y aportan al avanzar diario de nuestra industria. Tan perdido no estoy, porque en el fondo, estamos haciendo las mismas lecturas e interpretaciones.
No puedo negar que me dan ganas de haber obtenido mayores y mejores resultados con alguna columna u opinión puntual. Pero también me llena de satisfacción leer a medios o personas muy posicionados dentro de los grandes tomadores decisiones, cuando hacen contenidos que coinciden con temas y visiones que también hice un tiempo atrás o que tengo en un borrador, como por ejemplo; la importancia que tiene para un proceso creativo, que los implicados "estén en la calle" y no en la oficina mirando Behance, Pinterest, el recopilatorio de Cannes 2025 y otros.
¿Mi baja luminosidad en la industria es una espinita clavada para ser más relevante en la lectura de alguien? Claro que sí. Quisiera que todo el mundo pudiera leer mi trabajo, que opine, lo conozca, lo critique, que le guste (o no) y que me enseñe a cómo mejorar día a día a través de su valiosa retroalimentación. Pero tampoco puedo negar que igual me sale una sonrisa cuando hay "topes de contenidos" y me tengo que privar de publicar algo porque alguien lo dijo primero (así es buena parte de la publicidad; el primero que lo dice ¡gana!). Siento que, a pesar de ser un tenue, es un alivio estar alineado con grandes referentes respecto a las variables que se dan en la industria y que hoy estoy lejos de vivir en una burbuja.
Saludos.