Dale que te escucho...

Me imagino que a esta altura de la vida, la mayoría de nosotros somos partícipes activos de equipos construidos por publicistas, diseñadores/as, ingenieros/as, periodistas entre otras hermosas profesiones. 

Supongo que muchos convivimos día a día con una comunidad donde el rango de edad es groseramente amplio y donde preguntar; "¿De qué país eres?ya es muy común.

Una de las mejores cosas de estar presencial en la oficina, es reactivarse con esta "pequeña" comunidad multicultural. Y es que esta nos hace ricos en conocimiento, valores, educación y respeto. 



Recuerdo que en mi etapa escolar no tuve la oportunidad de tener compañeros extranjeros. Sí habíamos varios con apellidos "medios extraños", pero todos nacidos y criados en Chile. Hoy las cosas son absolutamente distintas y de seguro que mi hija, cuando entre por primera vez a una sala de clases en el colegio, en cosa de segundos vivirá lo que yo no viví en más de 10 años.

¿Qué provecho, desde el contexto de la creatividad, podemos sacarle a convivir con gente que tiene otras costumbres, palabras, gustos, edades y experiencias? 

The new brief times
Almorzar juntos ya no puede ser simplemente porque nos topamos en la mesa. Debe ser una hora de risas, conversaciones y muchas experiencias personales (buenas y malas). "El conocimiento es poder..." dijo Sir Francis Bacon, pero también es fundamental para la creación de una idea que sepa llegar y conmover a las personas. Creo mucho en esa publicidad que respira insights

Un par de años atrás, en una agencia x, viví en carne propia el impacto de la multiculturalidad laboral.
No me imaginaba en ese momento, redactando contenidos para una grilla, sin la visión, conocimiento y apoyo la social media que era brasileña y varios años menor que yo.
No me veía sin la guía de gramatical de las dos periodistas venezolanas que tuve la suerte de tener al lado.
No podía avanzar en un desarrollo web sin la educación que me regalaba amablemente el programador, que era venezolano también.
No me sentía seguro presentando una idea a cliente, sin el respaldo, números y visión de negocios del director de esa agencia que es Ingeniero Comercial y mucho mayor que yo.

No tengo dudas de que hoy me costaría mucho desenvolverme profesionalmente sin gente que sea "de otros mundos".

Son ellos y ellas, los y las que tienen otro gusto musical, otra nacionalidad, otra opinión, otra costumbre, otra formación académica, otra edad, otra cultura, otra postura sexual, religión, política o lo que sea, los que me entregan lo más sagrado que puede tener un redactor creativo o de contenidos, el conocimiento.

Saludos.

Nicolás Landauro Constanzo.