Antes de sentarnos a crear algo, siento la urgencia de que comprendamos que hay vida más allá de un motor de búsqueda o un banco de imágenes. No se necesita nada más que audífonos y una buena playlist para salir a caminar; observar, tomar nota de lo que está pasando alrededor de nuestras vidas y reflexionar sobre la información que estamos recibiendo.
El consumidor real es muy distinto al que viene en el banco de imágenes y/o videos.
¿Cómo podemos decir “pasa piola” si esa persona (la del video o imagen) jamás ha tenido una experiencia con mi marca? Básicamente lo estamos seleccionado sólo porque se parece en el aspecto físico. Estamos construyendo una imagen plástica del consumidor.
Si hablamos de la familia en la publicidad, ya no es esa que está compuesta por padre, madre, hijo, hija y el perro labrador en la pradera. Hablemos de ella, la mujer de 33 años, que vive con su mejor amiga y una gatita. Esa que no quiere y no necesita representar esa familia ideal que tantos años vimos en la publicidad de Carozzi o Falabella.
¿Quién es el que no quiere mostrar la nueva, diversa y linda realidad de familias que tenemos bailando frente a nuestros ojos?
El hecho que en un brief venga la definición del grupo objetivo, no significa que ya los conocemos de manera perfecta. No, no somos antropólogos, pero nos creemos el cuento de que lo somos.
Yo no quiero que me hagan “skip” en YouTube, pero tampoco quiero ser ese Pop Up que grita desesperadamente "¡Mírame, mírame!" No, no quiero ser parte de esa publicidad que destruye la continuidad de 2 canciones, al contrario, quiero ser la siguiente canción.
Seamos pertinentes y acordes a lo que se respira y se grita en las calles. Año 2023, y aún veo marcas que se siguen vinculando al machismo, xenofobia , homofobia u otros tipos de microviolencia que hay.
Aprovecho de recordarles que ya pueden revisar el intersantísimo estudio publicado por Publifem de la UDP. "Masculinidades y corresponsabilidad".
Aquí pueden revisar el estudio completo.
La buena publicidad (según yo, ojo puedo estar muy equivocado) no se logra mirando horas el kit de los mejores spot y piezas de Cannes. Se logra allá afuera, en la calle, con la gente, su lenguaje, sus actos, gustos, preferencias, ideas, sueños. Hay que estar donde está el que te lee, escucha, odia, desea y ama. Necesitamos generar sentido de pertenencia.
Antes de ser creativos, somos personas y recuerden que los consumidores antes métricas, son personas también.
El consumidor real es muy distinto al que viene en el banco de imágenes y/o videos.
¿Cómo podemos decir “pasa piola” si esa persona (la del video o imagen) jamás ha tenido una experiencia con mi marca? Básicamente lo estamos seleccionado sólo porque se parece en el aspecto físico. Estamos construyendo una imagen plástica del consumidor.
Si hablamos de la familia en la publicidad, ya no es esa que está compuesta por padre, madre, hijo, hija y el perro labrador en la pradera. Hablemos de ella, la mujer de 33 años, que vive con su mejor amiga y una gatita. Esa que no quiere y no necesita representar esa familia ideal que tantos años vimos en la publicidad de Carozzi o Falabella.
¿Quién es el que no quiere mostrar la nueva, diversa y linda realidad de familias que tenemos bailando frente a nuestros ojos?
Comprendo que un par de años atrás, en plena pandemia, no todos podían salir a grabar o realizar sesiones, pero ojo; 1.- Esto ya pasó (al menos eso creemos) y 2.- Esto se venía haciendo desde antes.
El hecho que en un brief venga la definición del grupo objetivo, no significa que ya los conocemos de manera perfecta. No, no somos antropólogos, pero nos creemos el cuento de que lo somos.
Yo no quiero que me hagan “skip” en YouTube, pero tampoco quiero ser ese Pop Up que grita desesperadamente "¡Mírame, mírame!" No, no quiero ser parte de esa publicidad que destruye la continuidad de 2 canciones, al contrario, quiero ser la siguiente canción.
Seamos pertinentes y acordes a lo que se respira y se grita en las calles. Año 2023, y aún veo marcas que se siguen vinculando al machismo, xenofobia , homofobia u otros tipos de microviolencia que hay.
Aprovecho de recordarles que ya pueden revisar el intersantísimo estudio publicado por Publifem de la UDP. "Masculinidades y corresponsabilidad".
Aquí pueden revisar el estudio completo.
La buena publicidad (según yo, ojo puedo estar muy equivocado) no se logra mirando horas el kit de los mejores spot y piezas de Cannes. Se logra allá afuera, en la calle, con la gente, su lenguaje, sus actos, gustos, preferencias, ideas, sueños. Hay que estar donde está el que te lee, escucha, odia, desea y ama. Necesitamos generar sentido de pertenencia.
Antes de ser creativos, somos personas y recuerden que los consumidores antes métricas, son personas también.
Saludos.
Nicolás Landauro Constanzo.